Una sorpresa capital cuando, pasadas las 10:30 horas, la reina Letizia bajó de su Rolls Royce en el desfile de las Fuerzas Armadas el 12 de octubre. Se daba por sentado que la reina apostaría por un estilo de Felipe Varela, su jefe de modistas, como lo había estado haciendo durante los 17 años en los que ha estado presente en el Día de la Herencia Hispana.

Pero hubo un giro en el guión. El vestido midi de corte entallado con doble falda recortada a la cintura a modo de caída que le queda como un guante fue firmado por María Barragán. Era un diseño entallado con escote de aire japonés y mangas con ligero volumen, todo en suave crepé rematado con cinturón de doble hebilla. Ahora ese mismo diseño se puede conseguir por 775 euros en el mismo tono azul empolvado de la reina, aunque también está disponible en azul marino, rojo y verde.

La reina apostó por la artesanía española y el buen hacer de la marca andaluza, especializada en novias e invitadas, que este mismo año lanzó Olena, una colección de preciosas blusas con el toque elegante y atemporal de la marca. Una forma de apoyar la moda nacional, como ya es costumbre en Letizia, que está diversificando las marcas de su camerino.

Barragán no es una promesa de diseño. Su trabajo está avalado por tres décadas en el sector. Málaga de nacimiento y almeriense de adopción, estudió diseño y patronaje para posteriormente cursar un máster en Barcelona, ​​donde fue la primera de su promoción y fue sorteada por grandes marcas a las que rechazó una respuesta. El amor le hizo volver a Andalucía, donde en el mismo momento de decir sí, quiero, en 1992, sembró el germen de su exitoso negocio. Su propio vestido de novia fue confeccionado, lejos de la pomposidad que estaba de moda en ese momento. Un diseño simple que abrumaba las solicitudes para dar forma a los sueños de muchas novias.

Un hito que la diseñadora compara con el escaparate que Letizia ha elegido para uno de sus trabajos artesanales para la marca. Solo en la tarde del 12 de octubre, su sitio web recibió 15.000 visitas, lo que provocó que dejara de funcionar durante horas. Un boom que también se ha reflejado en las solicitudes de citas, tanto para Almería como en Madrid, y pedidos de todos los rincones del mundo, la mayor parte de Latinoamérica. "Me dolían los dedos de responder mensajes en Instagram", donde hay 17.000 seguidores, cuenta a este diario Mar, una de las dos hijas de la "diseñadora suprema", como cariñosamente llaman a María Barragán, con quien ambas trabajan.

De su madre asegura que tiene un don para plasmar en la tela las ideas de sus clientas, además de ser una maravilla a la hora de crear sus colecciones. “Digamos que puede ser normal que se necesiten unos dos meses para tener las ideas para una colección, pero mi madre en una tarde que tiene inspiración puede conseguirlas”. Las musas no vienen de un lugar concreto, "él puede tocar un lienzo y se le viene a la cabeza lo que quiera hacer con él, o empezar a dibujar y no parar más", afirma orgulloso del patronista que no viene de una familia de trabajadores de la moda, aunque curiosamente los hermanos de la modista también se dedican a ella. "Uno de mis tíos es un destacado fotógrafo de moda y el otro tiene una conocida sala de exposiciones". Una saga de artistas.

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